
Después de par de tragos y algunos cigarros que dan risa, bailes sensuales durante toda la noche salimos juntos de la discoteca. Era una noche oscura y apenas pudimos contenernos sobre una de las paredes del parqueo. Abriste mis brazos e intensamente sujetaste mis manos convirtiéndonos en uno solo.
Temía que alguien nos viera a uno pocos metros sentía los pasos de la gente y el sonido de los carros mientras las gomas rechinaban a causa de la lluvia. Subiste mi falda, sensualmente bajaste mi ropa interior apenas distinguías el color rosa de mis panties, te facilito las cosas levanto un poco mi pierna y cae al suelo lo único que te impedía llegar a mi, a mi sexo, mi nostalgia o a mi sitio perfecto.
Me sujetas la cintura firmemente mientras mueves tu cuerpo de forma constante que varían en movimientos circulares o un vaivén de adelante hacia atrás. Es tan retorcido todo esto para mi eres un completo extraño, alguien que conocí en un bar entonces me tapas los labios con tus dedos no quieres que diga nada por eso en este momento me dedico a sentir cierro los ojos y me envuelvo en el placer del momento.
Decidí dejar de ser yo y esta noche ser otra persona la que no le piensa en el que dirán, en la reacción de la gente esta noche me tiene sin cuidado. Sujetas mi cabello me devuelves al momento que te conocí talvez no fue coincidencia encontrarme contigo estaba destinada a verte esta noche y sentirte aunque tan solo sean pocas horas.
Muerdo mis labios, cierro los ojos, sujeto tu pelo, acaricias mis pechos. Pasa la gente, siento el ruido y en un minuto todo queda en nada juntos llegamos a la gloria construimos fantasías y terminamos este encuentro.
Te subes el pantalón, sujetas tu camisa, recoges mi ropa interior y yo recupero el aliento te pregunto débilmente ¿Cómo te llamas? Me sonríes mientras peinas tu pelo con una sonrisa en los labios me dices desde hoy llámame SIDA.
Temía que alguien nos viera a uno pocos metros sentía los pasos de la gente y el sonido de los carros mientras las gomas rechinaban a causa de la lluvia. Subiste mi falda, sensualmente bajaste mi ropa interior apenas distinguías el color rosa de mis panties, te facilito las cosas levanto un poco mi pierna y cae al suelo lo único que te impedía llegar a mi, a mi sexo, mi nostalgia o a mi sitio perfecto.
Me sujetas la cintura firmemente mientras mueves tu cuerpo de forma constante que varían en movimientos circulares o un vaivén de adelante hacia atrás. Es tan retorcido todo esto para mi eres un completo extraño, alguien que conocí en un bar entonces me tapas los labios con tus dedos no quieres que diga nada por eso en este momento me dedico a sentir cierro los ojos y me envuelvo en el placer del momento.
Decidí dejar de ser yo y esta noche ser otra persona la que no le piensa en el que dirán, en la reacción de la gente esta noche me tiene sin cuidado. Sujetas mi cabello me devuelves al momento que te conocí talvez no fue coincidencia encontrarme contigo estaba destinada a verte esta noche y sentirte aunque tan solo sean pocas horas.
Muerdo mis labios, cierro los ojos, sujeto tu pelo, acaricias mis pechos. Pasa la gente, siento el ruido y en un minuto todo queda en nada juntos llegamos a la gloria construimos fantasías y terminamos este encuentro.
Te subes el pantalón, sujetas tu camisa, recoges mi ropa interior y yo recupero el aliento te pregunto débilmente ¿Cómo te llamas? Me sonríes mientras peinas tu pelo con una sonrisa en los labios me dices desde hoy llámame SIDA.
Comentarios
Sin gorrito no hay cumpleaños!!!
www.amadeusdice.wordpress.com
Muy bueno el relato...envolverse en un momento de pasión puede tener irreparables consecuencias.
Muy chulo tu blog, llegué a través de mi amigo Harold, "La Muela".