Es algo diferente esta sensación que correo por mi pecho, una indecisión entre lujuria y timidez. Me cuesta decirte que te quiero, mis sentimientos aún no los puedo definir. Ideas confusas, risas y llanto.
Te me acercas por la espalda y sujetas mi cintura, mi corazón lentamente deja de latir, se entrecorta mi respiración y no hago más que morder mis labios suavemente, trato de contener la pasión desenfrenada que despiertas en mí. Es imposible describir con palabras lo que siente mi cuerpo. Sintiéndome tuya sin siquiera mirarte, aunque no puedo ver tus ojos te conozco, te huelo, te siento, reconozco que eres tú.
Me giras lentamente y estúpidamente trato de lucir indiferente pero, la mirada lo dice todo, soy tan tuya como el agua al mar, lo sabes y ahora yo también lo sé. Tus manos acarician mi mejilla y con un toque suave la punta de tus dedos se desliza por mis labios. No hay nada que decir, no necesitamos hablar, las palabras sobran cuando la mirada lo dice todo. Tus labios se apoderan de los míos y se envuelven en un beso húmedo, cálido y apasionante. Ahora por fin lo comprendo todo, sin importar mis dudas o mis argumentos, ahora sé que este es el comienzo.
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