Sé que en algún momento de
nuestra vida por distintos motivos todos
nos hemos sentido a punto de explotar, es como imaginar que estas dentro de una
piscina mucho más grande que tú. No sabes nadar, sientes que el agua te
arrastra con fuerza. No eres solo tu es que llevamos algo pesado sujetando
nuestras piernas, quizás estamos luchando con todas las fuerza que tenemos para
mantenernos a flote pero el peso se hace cada vez menos tolerable y a pesar de
todos tus intentos… Empiezas a hundirte.
Todos tenemos esa carga distinta,
de forma diferente sentimos que nos hacen peso, quizás alguien empuja tu cabeza
dentro del agua, alguien te ato los pies para que no puedas moverlos o simplemente
colocaron un par de patines que en apariencia no son pesados pero dentro del
agua te es imposible retirar.
Por experiencia sé que es difícil
lograr las cosas que nos proponemos o mantener la fe en que las cosas
mejoraran, pero si no lo haces, si desistimos y pensamos que todo está perdido,
es entonces cuando el peso nos gana y nos desvanecemos. Por qué lo
verdaderamente importante es como enfrentes cada situación, nunca dejes que tu espíritu
se muera ya que si lo haces lentamente te iras consumiendo y nunca podrás salir
de ahí.
Somos dueño de nuestro destino porque
solo nosotros filtramos las cosas que nos pasan y como reaccionamos ante ellas.
Comentarios