Hoy me da un poco de nostalgia el
pasado, he recordado lo bien que lo pasábamos
en aquellas época donde éramos capaces
de jugarnos por todo, donde ese sentimiento en el pecho, ese apretón en el corazón
era determinante para todo lo que hacíamos.
Obviamente el tiempo pasa, crecen
las responsabilidades y ya no se trata de escaparnos del colegio, de no hacer
las tareas o mentirle a mama, ahora nos toca tomar decisiones día a día que no solo nos afectan a nosotros sino también a los que están
a nuestro alrededor. Ya no se trata simplemente de colgar el teléfono cuando te
sientes mal, no querer hablar si te enojas o echarte a llorar si estas triste.
La vida cambia, las personas maduran y ahora se trata de enfrentar día a día todo lo
que nos pasa pero sabiendo que no todas las decisiones que tomaremos serán
acertadas, no todas las cosas que hagamos le gustaran a todo el mundo y sobre todo que ya no se trata
de hacer las cosas con impulso si no se razonablemente y pensar en el futuro.
Antes cualquier cosa era demasiado, a veces sentía que me moría y no podría resistir las cosas que me pasaban pero a la larga te das cuenta que todo eso es temporal, que el mundo no se acaba, que la vida sigue y que por esta historia llamada ¨vida¨ tendrás muchos personajes interpretando roles diferentes pero solo los que lo hacen con el corazón, los que luchan por las cosas que quieren, los que se aferran a los amigos, a la gente, a la verdad; al final solo eso te acompañaran a lo largo del camino.
Cuantas personas han sido tan
importantes para mí, cuantas me han engañado, cuantas me han lastimado y aun así
eso no me quita las ganas de querer,. Al final, no debemos dejar que las
decisiones de otros afecten nuestra vida, pero si demostrarleS que somos mejores
que ellos, que somos capaces de seguir adelante cuando otros no pueden y sobre todo capaces
de mirar a los ojos y decir TE PERDONO NO SOLO A TI, TAMBIÉN ME PERDONO A MI.
Comentarios